Se podría decir que la búsqueda de la falsedad (y, más importante aún, de cómo corregirla) es el objetivo de la encarnación. ¿Pero cómo? ¿Por dónde empezamos? Lo creas o no, el lugar más lógico para buscar la verdad es buscar la mentira. Empezamos enfrentándonos a nosotros mismos tal como somos ahora. ¿Dónde estamos luchando? ¿Qué nos duele en la vida? ¿Dónde hay discordia, conflicto, infelicidad? Porque estos no son destinos aleatorios y desafortunados que no podamos controlar. Más bien, son los resultados naturales de la mentira. Y sólo tenemos que volvernos y afrontar nuestras dificultades para darnos cuenta de ello.