La justicia espiritual actúa aprovechando cualquier injusticia humana para, en última instancia, lograr un mayor nivel de justicia. Esto significa que todas las formas de negatividad pueden ser trampolines hacia algo mejor. Esto también significa que a medida que avanzamos, con la esperanza de avanzar en la dirección general de la perfección, debemos permitir que brote el germen del mal. Porque si permaneciera dormido sin oportunidad de mostrarse, no liberaría la falsedad que encierra, y eso es lo que está bloqueando nuestra dicha.

Sobre la justicia: la justicia espiritual funciona aprovechando cualquier injusticia humana para, en última instancia, lograr un mayor nivel de justicia. Esto significa que todas las formas de negatividad son peldaños hacia algo mejor.
Sobre la justicia: la justicia espiritual funciona aprovechando cualquier injusticia humana para, en última instancia, lograr un mayor nivel de justicia. Esto significa que todas las formas de negatividad son peldaños hacia algo mejor.

Uno de nuestros movimientos negativos clásicos es negar la verdad de que somos nosotros los que decimos No a la vida. Sumado a esto, culpamos a los demás por nuestras propias retenciones. Entonces negamos la culpa. Cada vez que hacemos esto, estamos violando las leyes de la vida. Porque las leyes de la vida trabajan al servicio de descubrir la verdad, y una verdad muy importante es que las causas de nuestra resistencia, negación y culpa siempre viven dentro de nosotros.

También es cierto que cada vez que nos comportamos de una manera que gratifica nuestros propios egos mientras obviamente lastimamos a otras personas, estamos viviendo en violación de un par de leyes: la Ley de justicia así como la Ley de Hermandad y Hermandad. Porque no es posible herir a los demás sin herirnos a nosotros mismos al mismo tiempo, y viceversa. Cuando hagamos eso, la consecuencia será una confusión interna y problemas externos. Vivir en este tipo de ignorancia es técnicamente un pecado, porque pecar es vivir de maneras que se desvían de las leyes espirituales. Por eso se nos anima a amar a nuestros hermanos y hermanas como a nosotros mismos.

Leyes espirituales: lógica dura y rápida para seguir adelante

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