Según la Guía, cuando nos preparamos para embarcarnos en otra vida terrenal, ciertos problemas quedan más cerca de la superficie de nuestra alma, por así decirlo. Y de acuerdo con estos problemas, los padres perfectos son elegidos junto con nuestro lugar de nacimiento y otras circunstancias de la vida. Todo esto está cuidadosamente orquestado para que podamos tomar conciencia de nuestras creencias enterradas y desafiarlas, si así lo elegimos. De modo que el karma y nuestras creencias erróneas ocultas, lo que la Guía llama "imágenes", trabajan en equipo.

Durante la infancia, entonces, tenemos experiencias particulares porque tenemos ciertos padres y vivimos en un entorno específico. Este es el que se determinó como el lugar más adecuado para aterrizar —según nuestra historia de encarnaciones— para sacar a relucir nuestros problemas. Esto no es un castigo. El propósito, más bien, es permitirnos desarrollarnos y purificarnos.

Después de todo, no podemos aclararnos y eliminar una falla o un problema que no conocemos. Y para tomar conciencia de ello, tiene que suceder algo desagradable. De lo contrario, seamos honestos, nunca daríamos ni un minuto de aviso a nuestras desarmonías internas. Los barreríamos debajo de la alfombra y seguiríamos adelante. Ejem, eso es exactamente lo que hemos intentado en el pasado y, sin embargo, aquí estamos: el mismo problema, un día diferente.

Nuestras conclusiones erróneas sobre la vida son 100% nuestras. Nadie nos los dio, ni siquiera nuestros padres.

Para ser claros, nuestras conclusiones erróneas sobre la vida son 100% nuestras. Nadie nos los dio, ni siquiera nuestros padres. Los inventamos un poco atrás, los metimos en nuestro inconsciente y luego los perdimos por completo de vista. Ahora aquí estamos una vez más orbitando el sol, esperando esta vez encontrarlos y enfrentarlos. Porque existen y son responsables de todos los desafíos que enfrentamos en la vida. Sí, importan mucho.

El karma, como muchos de nosotros sabemos, no es más que causa y efecto, y funciona de manera tan confiable dentro de una sola vida como en el lapso de varias vidas. Si queremos ver claramente la verdad de cómo funciona esto en esta vida, solo tenemos que hacer el trabajo de descubrir nuestras conclusiones erróneas sobre la vida, que a estas alturas se han convertido en nuestras creencias ocultas y defectuosas.

Porque una vez que hayamos encontrado nuestra imagen, sabremos hasta el fondo de nuestro ser que, sí, realmente es así. Independientemente de la forma en que miremos nuestra vida, la ecuación ahora saldrá pareja.

Imágenes son lo que vinimos a buscar

Encontrar nuestras imágenes, nuestros malentendidos enterrados, es como abrir una vieja lata de pintura. Tendremos que trabajar en ellos desde todos los ángulos, sondeándolos suavemente y aflojándolos desde todos los lados. Tendremos que hacer frente a nuestra propia resistencia a encontrarlos junto con nuestra renuencia a creer que estamos ocultando las falsedades que atraen el drama y el dolor en igual medida.

Pero si seguimos adelante explorando y examinándonos desde todos los aspectos, de repente la conciencia estará allí. Lo sabremos: ¡Eso es todo! Esto es lo que siempre he creído cierto. ¡Y no lo es!

En ese momento, toda nuestra vida tendrá sentido. Entenderemos todos nuestros fracasos y nos conoceremos de una manera nueva. También llegaremos a comprender a quienes nos rodean. No habrá ninguna prueba, ningún truco o magia, solo una realización veraz que hace que todo caiga en su lugar.

Tendremos que hacer frente a nuestra propia resistencia para encontrarlos.

Incluso antes de que podamos disolver una imagen, el simple conocimiento que albergamos de un malentendido oculto nos liberará. Luego, una vez que exponemos toda la lata de gusanos, saldremos de la miseria. Pero mientras dejamos estas partes sumergidas en nuestro inconsciente, una parte de nosotros simplemente no puede crecer. Esto significa que partes inmaduras de nosotros mismos todavía viven dentro de nosotros. Estas son partes de la conciencia del niño que no han asimilado lo que de otra manera ya hemos aprendido.

Estas partes también se aferran a viejos sentimientos dolorosos y actúan como un imán que atrae más de lo mismo. Así que recordar no es suficiente. Hasta que penetremos en los niveles irracionales de nuestro pensamiento y revivamos las emociones allí enterradas, permaneceremos atrapados.

Tendremos que atravesar los viejos sentimientos no sentidos que no podíamos soportar sentir cuando éramos pequeños. Ahora, sin embargo, podemos. Todo esto es parte del proceso de apertura que es esencial para la curación y el crecimiento hasta convertirse en adultos completamente funcionales. Y eso, amigos, es precisamente lo que vinimos a hacer aquí.

—La sabiduría de la Guía en palabras de Jill Loree

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