La razón por la que es tan increíblemente difícil eliminar nuestras ilusiones sobre nosotros mismos es que todos creemos vagamente que la verdad escondida debajo de la superficie, actualmente fuera de nuestra conciencia, es inaceptable. Y eso nos hace inaceptables ...Creemos que sufrimos cuando éramos niños porque no éramos dignos de ser amados. Y nos da vergüenza exponer esta insuficiencia personal… El verdadero mal radica en nuestra negación de lo que existe: nuestras vulnerabilidades, nuestra vergüenza por nuestros sentimientos de impotencia y nuestros sentimientos de que no somos amados. Estos en sí mismos no son el mal, el mal es que no los miraremos y no los aceptaremos ...
Nuestras defensas funcionan bloqueando el acceso a nuestras emociones, por lo que ahogan nuestra capacidad de llegar a nuestros sentimientos. Tendremos que bajar las armas ... Cada lágrima que no se derrame es un bloque. Cada protesta que no se habla se sienta como un nudo en nuestra garganta, lo que nos hace arremeter de manera inapropiada. Estos sentimientos se sienten como pozos sin fondo ...
Los sentimientos, que son corrientes de energía en movimiento, cambiarán y se transformarán mientras la energía fluya. Pero congelar nuestros sentimientos detiene el movimiento y, por lo tanto, detiene la vida, haciéndonos sentir perezosos ... Cuando nos estancamos, nos volvemos perezosos, pasivos e inertes, deseamos no hacer nada, y luego confundimos este estado con el estado natural y espiritual del solo ser. Pero hay una gran diferencia ... Tenemos que sentir el miedo que está bajo el hechizo de las amapolas de nuestra pereza ...
No importa cuán indeseable sea un sentimiento, agrandamos nuestro dolor cuando no lo sentimos, y ese dolor secundario es todo amargo sin dulce ... Debemos comprometernos a entrar y atravesar, no alrededor. Los humanos, en general, tienen una fuerte preferencia por andar ...
Podemos pedir ayuda y orientación adicionales, lo que contribuye en gran medida a aflojar algo de ese asunto estancado. Es como un motocultor para el alma ... Puede parecer contradictorio, pero estamos más en contacto con nosotros mismos cuando admitimos nuestro miedo que cuando lo negamos ... No nos daremos cuenta de que el miedo no es real, es realmente una ilusión. hasta que lo sentimos y lo atravesamos ...
Encontramos nuestra fuerza sintiendo nuestra debilidad; y encontramos placer y alegría al sentir nuestro dolor; encontramos seguridad y protección al sentir nuestro miedo; y encontramos compañerismo al sentir nuestra soledad; encontramos nuestra capacidad de amar sintiendo nuestro odio; y encontramos la esperanza verdadera y justificada al sentir nuestra desesperanza; encontramos satisfacción ahora mismo al aceptar las carencias de nuestra niñez. Si atravesamos estos portales, entraremos en la vida ... Cualquier camino espiritual que nos anime a alcanzar el Santo Grial sin atravesar la maleza está lleno de ilusiones.
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