Como probablemente ya hemos escuchado, el amor es el poder más grande que existe. Cada enseñanza o filosofía espiritual, junto con cada erudito religioso y profesor de psicología, proclama esta verdad: el amor es el único poder. Si lo tienes, eres poderoso, fuerte y seguro. Sin él, estás separado, asustado y eres pobre. Suena bastante simple. Sin embargo, este conocimiento no nos ayuda realmente a menos que hayamos descubierto dónde, en el fondo, no podemos amar o no amaremos. ¿Por qué nos resistimos a amar? ¿Por qué tenemos miedo de amar? A menos que encontremos la respuesta a esta pregunta, ninguna verdad eterna sobre el amor puede ayudarnos.
Si ya hemos hecho algún progreso en nuestra búsqueda del conocimiento interior, probablemente ya nos hemos precipitado —después de una considerable excavación y exploración— hacia nuestro miedo a amar. Ser consciente de ese miedo es esencial para seguir adelante. No es suficiente tener una comprensión teórica de que existe tal miedo a amar; tenemos que experimentar realmente este miedo. Para las personas que aún no desean conocerse a sí mismas, tal conciencia aún no existirá.
Pero incluso para aquellos de nosotros que nos hemos dado cuenta de este conflicto interno, es posible que aún no comprendamos completamente el por qué. ¿Por qué tengo tanto miedo de amar? Exploremos algunas de las facetas de este fenómeno desconcertante, un tema al que volveremos en enseñanzas futuras cuando aclaremos este problema tan básico desde otros ángulos.
Empecemos por esto: los que no pueden amar son inmaduros. Y cuando somos inmaduros, no vivimos en la realidad. Vivir una vida basada en la irrealidad, entonces, debe conducir al conflicto y la infelicidad, porque donde hay falsedad, hay ignorancia y oscuridad.
La madurez, como tal, significa esencialmente tener la capacidad de amar.
Por desgracia, todos tenemos aspectos fragmentados dentro de nosotros que están atrapados en estados de la niñez. Y estas partes infantiles requieren una cantidad ilimitada de amor. Porque estos fragmentos de niños son unilaterales, irracionales, exigentes y faltos de comprensión, como lo son todas las criaturas inmaduras. Su larga lista de deseos imposibles incluye: ser amado por todos, ser amado al 100%, estar instantáneamente satisfecho y ser amado a pesar de nuestras formas egoístas e irracionales. Esto, en pocas palabras, es la razón por la que tenemos miedo de amar.
Escuche y aprenda más.