Ensayos espirituales

Ensayos espirituales

Ensayos sobre la naturaleza espiritual de la vida.

  • “Quizás puedas ver el árbol que enciendes como un símbolo de muchas, muchas velas que deben encenderse y permanecer encendidas dentro de ti, para llevar la conciencia total a su brillo eterno en el nivel externo de tu existencia manifiesta. Cada reconocimiento, cada percepción, cada admisión honesta, cada desprendimiento de una máscara parcial, cada ruptura de una defensa, cada paso de coraje y honestidad en el que asumes la responsabilidad de tu negatividad, es el encendido de otra vela más. Llevas luz a tu alma al llevar la verdad a tu oscuridad”.

  • Si no nos preocupa lo que piensen los demás… si estamos seguros de nosotros mismos y somos fieles a nosotros mismos, como lo somos ahora… si tenemos el coraje de ser lo que somos y quienes somos, entonces el miedo no podrá tocarnos. Cuando nos sentimos tímidos, inconscientemente tememos que los demás vean que no somos como pretendemos ser.

  • Desde la perspectiva del ego, lo correcto es bueno, lo incorrecto es malo. Y, sin embargo, la vida no parece funcionar así. Si miramos a nuestro alrededor, vemos que hoy en día muchas personas están seguras de que tienen razón, de que su bando es el correcto. Cuanto más arraigada se vuelve esta situación, más luchas, más división y más odio hay. Por eso, luchar más para tener razón no conduce a nadie a la paz. Afortunadamente, la realidad del ego no es la única realidad que existe. Existe una realidad mayor que puede albergar una perspectiva muy diferente, una perspectiva más amplia, un resultado mejor. Es el lugar del conocimiento.

  • Cada uno de nosotros debe hacer el trabajo de desarrollo que sea adecuado para él, sin saltarse ningún paso. Pero, independientemente de la etapa en la que nos encontremos, si nos resistimos a avanzar, nos quedaremos estancados. Consideremos, además, que todos formamos parte de un grupo de personas que se encuentran en un determinado nivel de desarrollo. Y lo que es adecuado para un grupo determinado en un momento determinado se volverá obsoleto, incluso destructivo, en un momento posterior... El estado que está surgiendo ahora consiste en trabajar juntos como grupos. Esto significa que nuestro enfoque debe pasar del individuo al conjunto.

  • Este camino espiritual funciona desde afuera hacia adentro. Debe ser así, porque las capas externas de nuestra psique son a las que tenemos acceso directo. Sin embargo, por un momento, miremos esto desde el otro extremo del telescopio. En otras palabras, veamos cómo hemos terminado luchando entre nosotros mismos, contra nosotros mismos y dentro de nosotros mismos. ¿Cómo nos hemos perdido tanto?

  • Se podría decir que Dios es quien creó las leyes espirituales. Pero sería más correcto decir que Dios son leyes espirituales. Son amables y cariñosos, y nos permiten elegir si seguirlos o no. Más bien, podemos elegir cuánto dolor queremos tolerar.

  • Mostrar que la verdad surge de las cenizas de la mentira.

    Se podría decir que la búsqueda de la falsedad (y, más importante aún, de cómo corregirla) es el objetivo de la encarnación. ¿Pero cómo? ¿Por dónde empezamos? Lo creas o no, el lugar más lógico para buscar la verdad es buscar la mentira. Empezamos enfrentándonos a nosotros mismos tal como somos ahora. ¿Dónde estamos luchando? ¿Qué nos duele en la vida? ¿Dónde hay discordia, conflicto, infelicidad? Porque estos no son destinos aleatorios y desafortunados que no podamos controlar. Más bien, son los resultados naturales de la mentira. Y sólo tenemos que volvernos y afrontar nuestras dificultades para darnos cuenta de ello.

  • Nuestro gato Psique

    El odio es un sentimiento muy empoderador. Nos ilumina. El hecho de que tenga tanta energía hace que sea muy difícil dejar de lado nuestro odio. Pero el odio nunca está alineado con la verdad de quiénes somos. Ya que, en el fondo, a todos nos brillan los más bellos rayos del amor. Y nos sentimos mucho, mucho mejor cuando el amor es lo que enciende nuestro fuego. Entonces, si nuestro objetivo es sentir amor, debemos llegar al fondo de nuestro odio.